Posicionamiento del Senador Benjamín Robles Montoya


Benjamín Robles

Posicionamiento del Senador Benjamín Robles Montoya, del Grupo Parlamentario del PRD, durante la reunión de Comisiones Unidas de Energía y de Estudios Legislativos, Primera, para presentar reservas al proyecto de Dictamen de la «Iniciativa de decreto por el que se expide la Ley de Petróleos Mexicanos y la Ley de la Comisión Federal de Electricidad.

Con su permiso,

Senadoras y senadores,

En el Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática no estamos cerrados, como se ha querido hacer creer, a que Pemex y CFE incorporen nuevos procedimientos de inversión con el propósito de generar mejores condiciones de vida para la sociedad mexicana.

Lo que hemos denunciado, y seguimos señalando, es el interés manifiesto del Ejecutivo Federal de abrir estas dos entidades a una transición que no necesariamente busca que se conformen en empresas altamente competitivas, sino que por el contrario, se advierte un afán por reducir su papel a una mínima expresión.

Es por eso que, a nombre del Grupo Parlamentario del que soy miembro, presento reservas a los artículos 1, 2, 15, 36, 38, 57, 59, 71, 72, 73 y 97 de la Ley de Petróleos Mexicanos, así como sus correlativos en la Ley de la Comisión Federal de Electricidad.

Con las leyes en comento, se confirma el paulatino debilitamiento de Pemex y CFE hasta su desmantelamiento.

PEMEX y CFE fueron definidas en la Constitución como empresas productivas del Estado, ahora las iniciativas refieren que estas empresas son propiedad exclusiva del Gobierno Federal, lo que implica que su gestión estará supeditada a los intereses del Ejecutivo, pudiendo su Consejo de Administración vender y desmantelar sus instalaciones industriales, sin responsabilidad real ni rendición de cuentas.

Nosotros mantenemos la posición de que Pemex y CFE deben permanecer como propiedad del Estado, con verdadera autonomía, para asegurar su permanencia, crecimiento, eficiencia y desarrollo en beneficio de las y los mexicanos. Y para este efecto van las reservas que presentamos.

Es por eso que proponemos, en el Artículo 2 de las respectivas leyes, que “La autonomía de gestión se entienda como la facultad para organizar asimismo sus actividades, con fundamento en criterios administrativos, técnicos, económicos, financieros, estratégicos, ambientales y de seguridad, para alcanzar los objetivos y metas de su Programa de Desarrollo, de la Estrategia Nacional de Energía y demás programas y proyectos que se definan en esta Ley.

En materia de Transparencia y combate a la corrupción, este dictamen acusa serias deficiencias.

Es claro que el combate a la corrupción no es uno de los temas prioritario en las iniciativas del Ejecutivo.
En especial lo relativo al cambio de naturaleza de Pemex y CFE en empresas Productivas del Estado.

Este cambio origina una falta de rendición de cuentas, así como de compromiso en las funciones que realiza. Las y los consejeros de Pemex dejan de ser servidores públicos y, por ello, dejan de estar sujetos a la responsabilidad administrativa, siendo responsables sólo por daños y perjuicios que causen a Pemex o por contravenir a sus obligaciones.

En este rubro, el PRD mantiene la idea de que el auditor externo de Petróleos Mexicanos debe ser designado por la Cámara de Diputados, redacción que buscamos incorporar Al art. 57 de la Ley.

Igualmente desafortunado es que el régimen de remuneraciones del personal de estas empresas deje de estar sujeto al artículo 127 constitucional, liberándolo al mercado.

Ésta podrá ser una causa para desplazar a las y los trabajadores de nuestro país en favor de trabajadores extranjeros e impuestos por empresas extranjeras.

Los contratos tendrán una doble naturaleza, pues hasta el momento de su adjudicación seguirán las reglas del contrato administrativo, en tanto que después será de naturaleza mercantil.

Otro cambio importante en la reforma de Petróleos Mexicanos, es el régimen de responsabilidades.

Desaparece el Órgano Interno de Control, para repartir las tareas que realiza en tres órganos distintos y con distintos alcances.

La función de vigilancia estará ahora a cargo, directamente del Consejo de Administración, en tanto que la función de evaluación del desempeño y que conduce y supervisa las labores de auditoría interna, dependerán del Consejo de Administración a través del Comité de Auditoría.

Asimismo, se crea una Unidad de Responsabilidades, encargada de la investigación de conductas ilícitas por las personas que trabajan en Pemex, la cual podrá discrecionalmente elegir si finca o no responsabilidades, por cuestión de tratarse de riesgos por la negociación mercantil.

Otro asunto que nos preocupa seriamente, y sobre el cual presentamos también reservas, en un ánimo propositivo y constructivo, si es que aquí nos dan el espacio,
es en materia de gobierno corporativo; una de las mayores debilidades del proceso de “fortalecimiento” de Pemex.

Los cambios propuestos por el Ejecutivo Federal no promueven la eficiencia en las prácticas de gobierno corporativo de Petróleos Mexicanos ni liberan a su Consejo de Administración de presiones políticas al momento de toma de decisiones, sino que únicamente centralizan la toma de decisiones en el Ejecutivo Federal y fortalecen la potencial injerencia del Presidente en la administración del día a día de Petróleos Mexicanos, lo que contraviene las recomendaciones internacionales en materia de gobierno corporativo.

La ley dispone que las Secretaría de Energía y Hacienda podrán contar con consejeros designados por las mismas, en los consejos de administración de las empresas subsidiarias y en las filiales.

Además, si las subsidiarias o las filiales llegaran a contar con administrador único, éste deberá entregar a las Secretarías referidas toda la información contable, financiera, operativa y demás que soliciten y estimen necesarias para el desarrollo de sus funciones.

Lo anterior significa que las Secretaría de Hacienda y Energía seguirán controlando las decisiones en Pemex.

No basta con que ahora el dictamen, en el Artículo 15 de la Ley de Petróleos Mexicanos, mantenga que cinco consejeros profesionales serán puestos a consideración del Senado, toda vez que esta será un participación acotada, mínima, nada más que un mero trámite. Cuestión que,
hay que subrayar, es un claro retroceso con respeto a la normatividad anterior

En este punto, nosotros proponemos que los consejeros sean designados por el Senado.

Siendo la Comisión de Energía de la Cámara de Senadores, previa consulta al Consejo de Administración, a la Auditoria Superior de la Federación, los órganos reguladores coordinados en materia de energía, los trabajadores de la empresa y el Instituto Mexicano del Petróleo y previa comparecencia de las y los candidatos, la que someta al Pleno del Senado una terna para cada vacante…

Privilegiando en todo momento el criterio de perspectiva de género.

Compañeras y compañeros,

La reforma constitucional marcó la pauta, y las leyes secundarias clarifican y precisan lo que ya se veía venir: la transformación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en autoridad suprema del sector energético.

La Ley de Petróleos Mexicanos y la Ley de la Comisión federal de Electricidad son una muestra más de esto.

Con estas Leyes la Secretaría de Hacienda mantendrá el control sobre las empresas productivas del Estado.
Con las mínimas modificaciones al dictamen el control será menos visible, pero igualmente efectivo.

Hacienda determinará las obligaciones de balance financiero y el techo de servicios personales que deberán cumplir dichas empresas, de igual modo, podrá ordenarles que pospongan sus operaciones de financiamiento cuando considere que éstas incrementan el costo financiero o reducen las fuentes de financiamiento del sector público.

La Secretaría también determinará el dividendo estatal que tendrán que pagar cada año, razón por la cual presentamos una reserva al Artículo 97 de la Ley de Petróleos Mexicanos, y a su correlativo en la Ley de la Comisión Federal de Electricidad.

Por último, y para finalizar esta participación, quiero hacer énfasis en el Artículo 59,
relativo a las subsidiarias de PEMEX.

En el PRD, desde hace mucho hemos mantenido, y así viene incorporado en nuestra propuesta de Reforma Energética, que después de más de 20 años de funcionar con un corporativo y cuatro subsidiarias, Pemex debe reintegrarse en un solo Organismo.

A este efecto existe incluso consenso dentro de la empresa, plasmado además en un acuerdo del actual Consejo de Administración que va en este sentido.

Esta fragmentación, hasta de la identidad colectiva, en subsidiaras, no es el mejor escenario para lograr sinergias que pongan a PEMEX en condición de ser factor decisivo para responder a los grandes retos nacionales.

En nuestro Grupo Parlamentario tenemos la absoluta certeza de que las ventajas que podemos esperar de una estructura por divisiones, a diferencia de la que se propone a partir de organismos subsidiarios, son decisivas y fundamentales. De igual manera, y así lo proponemos también, Pemex debe participar de manera mayoritaria en las empresas filiales.

Compañeras y compañeros,

En el PRD si entendemos lo que debe ser una Empresa Productiva del Estado, por eso es que invitamos al debate a los que proponen estas mal hechas leyes.

Para que defiendan aquí si honestamente piensan que con estas leyes se están instituyendo entidades económicas capaces de organizar los factores de producción para cumplir con su objeto y con el interés general de la nación.

Hay pues propuestas puntuales, ya veremos que tan abiertos al debate están los senadores de estas comisiones unidas, del PRI y del PAN.

Muchas gracias.