Crisis humanitaria: maltrato, hacinamiento y abandono / Siempre


Dolores Padierna, Manuel Camacho

El desbordamiento de la capacidad de las autoridades norteamericanas ante el aumento extraordinario de niñas y niños no acompañados que pretenden internarse en territorio estadounidense debió ser una preocupación para el gobierno mexicano tiempo atrás y motivo para implementar las acciones para atender la problemática observando en todo momento los principios Pro Persona y el Interés Superior de la Niñez. No lo hizo, ahora deberá hacer frente a una verdadera crisis humanitaria en ambos lados de la línea fronteriza.
Con respecto a las condiciones de vida de las niñas y los niños mexicanos en los centros de detención norteamericanos, la información difundida por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) no coincide con los hechos evidenciados por organizaciones defensoras de derechos humanos y confirmados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la cual ha denunciado que en las instalaciones de retención se presentan tratos vejatorios, aglomeraciones y al menos 100 casos de abusos sexuales y físicos por parte de agentes fronterizos.
No es difícil imaginar el terrible escenario. El congresista demócrata Henry Cuéllar ha mostrado a la prensa fotografías de menores migrantes de México, Honduras y Guatemala encerrados en jaulas dentro lo que las autoridades han llamado “refugios temporales” y afirma que los llamados “menores extranjeros no acompañados” son víctimas de maltrato, hacinamiento y abandono, además del llamado de la relatora de los Derechos de la Niñez de las Naciones Unidas, Rosa María Ortiz, a las autoridades estadounidenses para que “primero y sobre todo vean a estos niños y niñas migrantes como niños y niñas”.
Con cuentagotas nos han informado frías cifras. Despiertan suspicacias. Si agentes de Estados Unidos han aprehendido entre octubre de 2013 y junio de 2014 a más de 52 mil migrantes menores que viajaban solos y que entraron en ese país sin la documentación requerida —de los cuales más de 11 mil son nuestros connacionales—, como ha informado el embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne, debemos preguntarnos ¿cuántos más han debido permanecer a lo largo de la línea fronteriza a expensas de las bandas delictivas locales, la delincuencia organizada y los tratantes de personas?
El gobierno mexicano debe encender los focos rojos frente a las declaraciones de funcionarios de primer nivel del gobierno de Estados Unidos, las cuales señalan que la creciente migración de menores de edad representa un “peligro en materia económica y de seguridad” para su país, claro anuncio del endurecimiento de las acciones de la Patrulla Fronteriza y agravamiento de las condiciones de vida en los centros de detención.
Es imperativo conocer las medidas implementadas para dar protección a la niñez migrante no acompañada que cruza por el territorio nacional; así como las acciones instrumentadas para dar protección a la niñez migrante no acompañada mexicana que se encuentra detenida en los Estados Unidos de América. Para ello, ante la Comisión Permanente hemos solicitado reunirnos con el Comisionado del Instituto Nacional de Migración y con la titular de la Dirección General de Protección de Mexicanos en el Exterior de la Secretaría de Relaciones Exteriores.