Urge una política integral de Estado contra el maltrato infantil: de la Peña Gómez


Angélica de la Peña

No veremos avances sustanciales en la erradicación y, sobre todo, la prevención del maltrato contra niñas, niños y adolescentes en nuestro país, si las autoridades salen del paso con programas apresurados e improvisados, con medidas que en el mejor de los casos serán paliativos para la problemática, advirtió la senadora Angélica de la Peña.

 

Señaló que México como Estado parte de la Convención sobre los Derechos de la Niñez está obligado a adoptar todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de sus padres, de un tutor o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo

 

Señaló que de acuerdo a las últimas cifras proporcionadas por el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), uno en tres casos de maltrato infantil (32%) registrado por el DIF en 2002 fue maltrato físico; seguido por abandono (23%) y omisión de cuidados (20%). El 13% eran casos de abuso sexual, el 6 % maltrato emocional y el uno por ciento negligencia. El número total registrado en los años 1998, 1999 y 2002 oscilaba entre 23,109 (1998) y 24,563 (2002).

Los hogares son sitios que debieran ser sinónimos de seguridad física, emocional, alimentaria, jurídica y económica para niñas y niños, sin embargo, en nuestro país lamentablemente la realidad es otra y Owen, el pequeñito golpeado por la pareja de su madre hasta casi perder la vida, es un claro ejemplo, añadió la también Secretaria de la Comisión de los Derechos de la Niñez y Adolescencia del Senado.

 

INMUJERES señala que el maltrato físico y físico severo es más alto entre niños varones que viven con otros familiares, y en donde no hay presencia de padre ni de madre (22.3% y 30.9%); el maltrato emocional es más común en hogares donde hay mamá y padrastro (61.6%); el maltrato por negligencia y abandono es más frecuente en los hogares donde vive el papá y la madrastra (22.4%); el abuso sexual tiene una prevalencia más elevada en los hogares de papá y madrastra (7.1%)

 

Es evidente que la violencia que sufren los menores de edad en México es una práctica que vulnera sus derechos y cuyas consecuencias son observables en el mediano y largo plazos, tanto en escuelas, como en los mismos hogares, donde la violencia es aprendida y reproducida por las y los que hoy son víctimas, explicó la presidenta de la Segunda Comisión de la Comisión Permanente.

 

En el caso de las niñas el maltrato físico y físico severo presenta prevalencia más alta en las niñas que viven con otros familiares (25 % y 20%); el maltrato emocional por negligencia y el abuso sexual son más frecuentes en hogares donde viven mamá y padrastro (66.3%, 10.6% y 15.3% respectivamente).

 

Resaltó que es urgente contar con una política integral y transexenal, que articule las acciones de cada una de las instituciones del Estado, cuyo objetivo sea la promoción del respeto de los derechos humanos y la comunicación, como instrumentos de formación de ciudadanas y ciudadanos capaces de ejercer sus derechos y respetar la ley en convivencia armónica.

 

El compromiso que tenemos en el Senado, específicamente las comisiones de Derechos Humanos y de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia, es impulsar la pronta aprobación de las iniciativas que actualmente se encuentran en proceso de dictamen cuyo propósito es la protección, promoción, prevención y participación de todos y cada uno de los derechos de niñas, niños y adolescentes, y hay seguridad que el compromiso es compartido por la Cámara de Diputados, concluyó la senadora Angélica de la Peña.

 

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